Se calcula que en la actualidad funcionan unos 300 laboratorios de producción de cocaína camuflados en casas de familias dispersos por toda la Argentina, indicó Claudio Izaguirre, titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.
Izaguirre sostuvo que «este modelo celular de producción comenzó a imponerse en Colombia cuando los grandes jefes fueron detenidos o asesinados, entonces lo que hicieron los carteles fue tercerizar en pequeños espacios, generando la misma cantidad pero en muchos lugares».
«Lo que se viene observando es que la mayor cantidad de espacios de producción de esta sustancia están ubicados cerca de puertos, justamente por su salida al exterior, en provincias como Buenos Aires o Santa Fe, pero también cerca de las rutas hacia el paso a Chile, como Córdoba y Mendoza», señaló Izaguirre.