El Papa Francisco se despidió hoy de Estados Unidos asegurando que reza para que todos sus habitantes sean «buenos y generosos custodios» de los recursos humanos y materiales que tienen.
Tras celebrar una misa ante decenas de miles de fieles en el Benjamin Franklin Parkway de Filadelfia, se trasladó en un coche cerrado hasta el aeropuerto internacional donde se reunió con unos 500 miembros del comité organizador, voluntarios y benefactores del VIII Encuentro Mundial de las Familias.
El jefe de la Iglesia Católica se reunió con familiares de víctimas de violaciones por parte de sacerdotes y se mostró consternado por la situación, en Filadelfia.
Francisco prometió que los responsables «responderán por sus actos», calificando de «verdaderos héroes de la misericordia» a las víctimas de estos hechos. «Dios llora», agregó.