Decenas de trabajadores de la aerolínea francesa Air France penetraron en la sede del grupo y agredieron a miembros de la dirección en el momento en el que llevaban a cabo su plan de ajuste, que incluye el despido de 2.900 empleados, los primeros de la historia de la compañía.
El presidente de la compañía, Frédéric Gagey, logró abandonar el lugar, pero los trabajadores rodearon al director de recursos humanos, Xavier Broseta, a quien arrancaron la camisa. La empresa pretende prescindir en los dos próximos años de 300 pilotos, 700 azafatas y 1.900 miembros del personal en tierra.