El 21 de febrero no logrará aglutinar a toda la cúpula cegestista, que prefiere abandonar a Hugo Moyano a su suerte en el reclamo contra el Gobierno. De este modo, el camionero sólo contará con el sector más combativo de la Corriente Federal, las dos CTAs y los movimientos sociales.
El anuncio formal lo hizo el triunviro Carlos Acuña, quien si bien ratificó el apoyo del sector a los reclamos del gremio de los camioneros, en el mismo acto comunicó que no participará de la protesta. Detrás de este anuncio se encuentra Luis Barrionuevo. El dirigente gastronómico anunciaría su movida de manera formal el miércoles.
La vuelta de tuerca en el plano sindical de Barrionuevo no parece disociada de la postura que exhibió hasta ahora su esposa, la diputada nacional Graciela Camaño, en contra de las negociaciones abiertas en el PJ para explorar una eventual unidad entre su sector, el Frente Renovador de Sergio Massa, el espacio de Florencio Randazzo y el de Cristina de Kirchner. En el Ejecutivo juran que no hubo promesa alguna al sindicalista para torcer su voluntad. Pero no descartan reanudar algún tipo de nexo en las instancias que necesariamente los pondrán en una misma mesa como la paritaria de hoteleros y gastronómicos o las negociaciones por los fondos de las obras sociales sindicales.