El sector de Cabeza y Cuello de Cirugía General del hospital Rawson realizó una cirugía reconstructiva de avanzada a través de un complejo procedimiento que hoy es “Gold Standard” de tratamiento en el mundo.
El sector de Cabeza y Cuello de Cirugía General del hospital Rawson realizó una cirugía reconstructiva de avanzada que permitió reconstruir la mandíbula de un paciente, devolviéndole una vida normal a través de un complejo procedimiento que hoy es “Gold Standard” de tratamiento en el mundo, con la importancia de realizarlo en un hospital público de Alta Complejidad.
La cirugía se realizó en un paciente joven que tenía un tumor que le ocupaba la mitad de la mandíbula, es decir, la mitad del maxilar inferior. Este tipo de cirugías (extirpar parte o la totalidad de la mandíbula), sin la adecuada reconstrucción, genera severas secuelas estéticas y funcionales.
El Dr. Gabriel Navarta, responsable de la cirugía junto al Dr. Javier Peñate, explicó que “durante muchos años se usaron los colgajos pediculados, es decir, transportar tejido de un lado a otro rotándolo sobre el pedículo vascular asociado o no a injertos de hueso sin vascularización, esto trae como consecuencia la reabsorción ósea. En este caso, lo que hicimos fue hacer la reconstrucción pero con un colgajo libre, es decir, transportar un tejido de un lugar distante y poder darle irrigación a ese tejido”.
Resumiendo el procedimiento “se hace una tomografía del paciente, de ahí una impresión 3D de la mandíbula y de la misma se realiza una imagen en espejo, sobre la cual, simulando el lado afectado, se construye un pre moldeado en una placa de titanio. Hacemos un estudio de la irrigación de la pierna y del pie y en la cirugía extraemos un segmento del hueso del peroné (también puede ir piel, grasa o músculo, es decir, podemos reconstruir partes óseas y partes blandas) y al sacar ese peroné lo hacemos con la arteria y la vena que lo irrigan, entonces por microcirugía (utilizando elementos de magnificación como el microscopio) podemos unir esa arteria y esa vena con una arteria y una vena del cuello, haciendo que este hueso vuelva a tener circulación, es como un trasplante dentro del mismo paciente”.
Luego, sobre la placa de titanio pre formada se le da la forma al hueso para colocarlo en el paciente, insertando una mandíbula nueva de hueso vital que tiene irrigación y a la vez tiene músculo, grasa y piel para poder reconstruir la mucosa de la cavidad oral. “Con esto se logra una reconstrucción compleja con un excelente resultado estético y funcional ya que el paciente habla, mastica y traga normalmente”, explicó. Cabe aclarar que para llegar a esto, antes de la cirugía se lleva a cabo un complejo trabajo de planificación para obtener una óptima apertura bucal y mordida, dos aspectos fundamentales para una buena calidad de vida.
Este tipo de cirugías hasta hace poco eran totalmente impensadas para un hospital público y ahora es posible gracias al factor humano y también al equipamiento: “Con el paso del tiempo nos fuimos especializando en la microcirugía, la reconstrucción y la micro anastomosis, que son las uniones de los vasos. Hoy en el hospital tenemos muy buenos microscopios», dijo orgulloso el profesional. «Gracias al respaldo del directorio y del jefe de Cirugía, Dr. Mario Penizzotto, se conformó el sector de Cabeza y Cuello en el que trabajamos cirujanos; cirujanos maxilofaciales; oncólogos clínicos; cirujanos oncólogos; fonoaudiólogos; psicólogos; psiquiatras; médicos clínicos; terapistas; kinesiólogos, todo un equipo grande trabajando en conjunto para hacer posible estas cirugías. Trabajar de manera multidisciplinaria es abordar al paciente como un todo», continuó.
“No estamos operando la mandíbula del paciente sino a un paciente que tiene un problema en la mandíbula y eso nos cambia la visión, la estrategia y la terapéutica. Este tipo de cirugías es hoy por hoy lo más complejo que hay a nivel mundial en reconstrucción de cabeza y cuello», concluyó.