La División Alimentos realiza intensos controles en heladerías y también en establecimientos que fabrican y comercializan productos de mayor demanda estival.
Los inspectores de la División Alimentos dependiente del Departamento Medicina Sanitaria a cargo del Dr. Roque Elizondo, llevan adelante las verificaciones correspondientes desde septiembre, en heladerías, panaderías y demás comercios.
El jefe de División Alimentos Lic. Raúl Tomba, explicó: “Nosotros realizamos inspecciones en heladerías a partir de septiembre. Hacemos una visita y les pedimos que renueven la habilitación provincial que es anual, y todos aquellos establecimientos que fabrican o comercializan helados, tienen la obligación de estar inscriptos. Si no dan cumplimiento o no están con la habilitación vigente, en forma inmediata se confecciona un acta de infracción para que dé cumplimiento. Porque a partir de la habilitación se controla que las condiciones de fabricación y comercialización sean las adecuadas”.
“Controlamos determinadas características de los helados: procedencia de materias primas, que los componentes que se usan para elaborar los helados vengan de establecimientos autorizados, que haya condiciones higiénicas favorables, que el personal esté capacitado en el manejo de alimentos, que los equipos de frío funcionen y estén controlados como corresponde”, señaló.
Y continuó: “Básicamente, a los helados les hacemos controles microbiológicos, porque si no están a la temperatura adecuada, muy fácilmente se contaminan, y si se contaminan hay que tirarlos. Hacemos toma de muestra, la mandamos al laboratorio oficial que es el Instituto Tecnológico, allí emiten un protocolo analítico que nos dice si es apto o inapto para consumo humano”.
“Además, controlamos aguas, sodas, bebidas analcohólicas que son todos los jugos de fruta y gaseosas en general. También verificamos las chocolaterías que incrementan sus ventas en Navidad y Año Nuevo. Verificamos la elaboración de pan dulce y pan de miga, que tiene una alta demanda, y los lácteos en sus distintas versiones de elaboración y comercialización en la provincia”, añadió.
El profesional afirmó que “los controles nunca se dejan de realizar, aunque desde septiembre se realizan con mayor intensidad. Siempre se escucha que los helados de alguna firma caen mal, yo les afirmo que están muestreados en varios lugares y en ninguno de los análisis ha dado que no tengan las condiciones para el consumo. Lo que sí hay que tener en cuenta es que al comprar un helado hay que saber manejar el producto, que no se derrita. Porque eso ya no sería problema del fabricante sino del consumidor que maneja mal el producto”.
“Les recomiendo que compren productos debidamente rotulados porque de lo contrario se pone en riesgo la salud del consumidor, que mantengan la cadena de frío y no consumir helados que se hayan derretido y luego vuelto a congelar”, finalizó.