Por quinto sábado consecutivo, los «chalecos amarillos» volvieron a tomar las calles de París. Hubo corridas y la policía lanzó gases lacrimógenos en las primeras horas de la mañana. Hay al menos 60 detenidos.
Un mes después del inicio de su movimiento, los primeros «chalecos amarillos» convergían este sábado hacia los Campos Elíseos de París, en otra jornada de movilización nacional pese a las concesiones y los llamados a la calma del presidente francés, Emmanuel Macron.
En Facebook, principal canal de movilización del movimiento, los llamados a la manifestación en París y en otras ciudades franceses el sábado proliferaron en los últimos días, llegando a miles de personas.
Hubo corridas y la policía lanzó gases lacrimógenos en las primeras horas de la mañana. Hay al menos 60 detenidos y más de 1.000 manifestantes están en las calles de París.
«La última vez estábamos aquí por los impuestos, esta vez es más sobre las instituciones: queremos más democracia directa», indicó Jérémy, de 28 años, procedente de Rennes (oeste) junto a su familia «para protestar y hacerse oír» en la capital.
Poco antes, una treintena de personas fueron detenidas en la gran región parisina –17 de ellas cerca de París–, mucho menos que los 300 detenidos a la misma hora del sábado pasado, en el marco de controles preventivos.
En París, se ha organizado una concentración en la plaza de République, en el este de la ciudad. Una quincena de organizaciones de izquierda instaron a participar en la marcha.
Las autoridades temen que se vuelvan a producir disturbios, después de que la manifestación del pasado sábado se saldara con un número récord de arrestos (casi 2.000), más de 320 heridos y daños y enfrentamientos en varias ciudades, como París, Burdeos y Toulouse (suroeste). 136.000 personas salieron entonces a las calles de Francia.
Fuente Diario Registrado