El 15 de enero de 1944, San Juan sufrió un sismo que produjo más de 10 mil muertos. La ciudad desapareció por completa. El epicentro fue en la La Laja y tuvo una intensidad de 7,4 grados en la escala de Richter, a una profundidad de 11 kilómetros.
Se recuerda hoy un aniversario más del terremoto que destruyó parte de la provincia hace 75 años. Sergio Uñac, gobernador de la provincia, junto a integrantes de su gabinete, participará de una misa a las 20:15 en el Convento Santo Domingo en conmemoración de las víctimas del terremoto.
Ocurrió el 15 de enero de 1944 a las 20:52 de la noche y tuvo su epicentro a 20 km al norte de la ciudad de San Juan, en las proximidades de La Laja (departamento Albardón). Destruyó el 80 por ciento de la ciudad y este sismo en Argentina se considera el evento natural más destructivo que se haya registrado en la historia del país. Su intensidad máxima fue de 9 en la escala de Mercalli modificada.
En ese momento los sanjuaninos se disponían a cenar o bien estaban en las puertas de sus casas terminando un día caluroso de verano. De pronto la ciudad quedo bajó los escombros provocando el caos y la desesperación de la gente. Después del terremoto se tomaron medidas para lograr la reconstrucción de San Juan, se creó un organismo que encaró un plan regulador para la construcción antisísmica ya que el 98% de las construcciones de la época eran de adobe.
Puede afirmarse que los efectos desastrosos del sismo se debieron no sólo a la violencia del movimiento, sino a la pésima calidad de la edificación, por la ausencia absoluta de legislación o de buenas prácticas de construcción. La ciudad tenía antecedentes de movimientos sísmicos en localidades de la Región de Cuyo, antes y después de 1900.
El terremoto de San Juan en 1944, destruyó miles de viviendas, edificios públicos, obras comunales, históricas y la economía de gran parte de la población, que representaban el patrimonio acumulado en varias generaciones, sin contar la pérdida de miles de personas, las crónicas de aquella época hablan de cerca de 10 mil. El evento sísmico dejó un saldo de miles de niños huérfanos, inscritos por familias de distintas partes del país como hijos propios ―en ese entonces no existía la Ley de Adopción― y nunca se hicieron registros de ello.
El día después del terremoto, Perón -flamante secretario de Trabajo- en cadena nacional anuncia una gran colecta para ayudar a las víctimas. Se produjo una gran movilización para recaudarlos; la gente hacía fila para dejar dinero o cosas; también se organizaron actividades para juntar fondos.
El Poder Ejecutivo Nacional acudió en ayuda de la provincia de San Juan y creó el Consejo de Reconstrucción de San Juan, dependiente del Ministerio del Interior. Este emprendió acciones para atender la emergencia, entre las que comprendió la construcción de barrios de carácter precario, así surgieron 25 barrios en zonas suburbanas ―hacia el oeste y sur principalmente―. En el Gran San Juan se construyeron 7794 viviendas, mientras que en los departamentos se construyeron 1930 más.
La reconstrucción
Luego de varios decretos nacionales para normalizar la ayuda a la reconstrucción de San Juan, la ley 12.865 acordó a la provincia un subsidio, incrementado en varias ocasiones posteriores. Entre 1948 a 1961, la entidad realiza el plan de viviendas de 1645 casas, en los alrededores de la ciudad. Desde esa fecha se comenzó también un plan de construcción de numerosos edificios públicos, escuelas y obras de urbanización.
Se construyeron 53 escuelas, 15 municipalidades departamentales, 20 comisarías, registros civiles, juzgados de paz, bloques de edificios de los ministerios provinciales y la dirección de escuelas, tribunales y otros organismos estatales; la cárcel modelo; el observatorio astronómico Félix Aguilar; el edificio de la Dirección de Turismo; la construcción de cinco grandes avenidas; ensanchamiento de calles; construcción de nuevas plazas; electrificación pública y otras realizaciones de no menor importancia ya totalmente finalizadas.
Además de esas obras, el decreto 773/56 construyó la Casa de Gobierno, la Jefatura de Policía, la Cámara de Representantes y el Palacio de Tribunales. La obra de reconstrucción fue importante por los subsidios a la construcción de viviendas.
La obra de la Catedral, de la Biblioteca Franklin y otras de carácter cultural y religioso fueron posibles por el apoyo financiero del Consejo de Reconstrucción de San Juan.
La labor de la policía de la construcción fue una de las más importantes del Consejo de Reconstrucción: controló cada plano, los cálculos de hormigón y las distintas etapas de la construcción de cada proyecto presentado a sus oficinas técnicas para su aprobación.
En 1972 y 1973 dio origen a dos instituciones: el INPRES (Instituto de Prevención Sísmica) y la DPDU (Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano). El INPRES centraliza en San Juan las investigaciones aplicadas a todo el territorio nacional afectado al condicionante sísmico.
A 75 años del sismo, hoy, San Juan es ejemplo de construcciones antisísmicas en el país, con el paso del tiempo muchos la llamaron “La ciudad más moderna de la Argentina”.