Un repelente de insectos, fue ganador de la “Categoría Junior” del concurso «Emprendedor del año»,son participantes del Programa «Aprender a Emprender» y se alzaron victoriosos con su compañía “Hidroquímica”.
La Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación junto a la Agencia Calidad San Juan dieron a conocer el ganador del Concurso Emprendedor que se lanzó en el Acto de Cierre del Programa Aprender a Emprender.
El proyecto presentó una propuesta clara y con mucho potencial. El producto tiene un mercado meta definido, bastante amplio, donde se van abriendo. El equipo demostró pasión por emprender debido a las herramientas aprendidas.
Los proyectos presentados fueron evaluados por el jurado del concurso que fue el Centro de Emprendedores de la Universidad Católica de Cuyo. Dicha entidad convocó a mentores del ámbito emprendedor de San Juan para realizar la selección de los ganadores.
Las decisiones del jurado del concurso fueron inapelables y los criterios que se tuvieron en cuenta para la evaluación de los proyectos fueron los establecidos siguiendo un orden de mérito para la entrega de premios.
Como jurado, el Centro de Emprendedores se basó en:
Propuesta de valor: se evalúa la propuesta que diferencia al emprendedor de su competencia, y por la que el cliente estaría dispuesto a elegirlo y pagar por sus productos o servicios.
Segmentos de mercado: se tienen en cuenta los grupos de clientes a los que está destinado el emprendimiento, y el tamaño del mercado objetivo.
Recursos claves: se valora el criterio de los emprendedores, para distinguir los medios necesarios para ejecutar la propuesta de valor y alcanzar los objetivos del negocio.
Viabilidad del proyecto: se evalúa el potencial del proyecto o negocio para progresar, y garantizar su rentabilidad económica a largo plazo.
Equipo: se valora el conocimiento del mercado al cual se apunta, la experiencia en el área, los estudios previos, y las habilidades para llevar adelante el emprendimiento con éxito.
Potencial de creación de empleo, desarrollo y crecimiento.
El Primer Premio de la Categoría Junior, la categoría en la que concursaban los alumnos del programa Aprender a Emprender» fue el repelente de insectos denominado “Repemix” elaborado por alumnos de la escuela ETOA cuya compañía se denominó “Hidroquímica”.
El proyecto presentó una propuesta clara y con mucho potencial. El producto tenía un mercado meta definido, bastante amplio, donde se van abriendo. El equipo demostró pasión por emprender debido a las herramientas aprendidas.
El jurado confió en la viabilidad del proyecto haciéndolos merecedores del premio.
Por otro lado, el acreedor del Primer Premio de la Categoría General fue José Saball, con su emprendimiento “Robustito”.
“Robustito” presenta una propuesta de valor clara y bien definida. Toma además como vehículo para el crecimiento tener un fuerte impacto social, ya que tienen una red de impresión distribuida, ayudan a las escuelas que tienen impresoras y además fomentan la robótica en la comunidad.