El delantero de Boca Juniors se metió en el negocio de los parques eólicos junto a la familia presidencial. La justicia investiga si hubo defraudación a la administración pública.
Carlos Tevez, astro del fútbol y delantero de Boca Juniors, fue socio de los Macri en el negocio de los parques eólicos, investigado en la Justicia por supuestas negociaciones incompatibles y defraudación a la administración pública.
La información apareció este domingo en el diario Perfil, a partir de la documentación encontrada por la periodista Emilia Delfino, la cual incluye balances comerciales y actas de directorio, que fue presentada por las sociedades de los Macri y sus socios ante la Inspección General de Justicia (IGJ) con un año y medio de demora y tras la intimación judicial y oficial.
El caso en el que se investiga si el Ejecutivo favoreció a las empresas de la familia del presidente Mauricio Macri para que se quedaran con seis contratos sin pasar por licitación pública fue revelado por Perfil en enero de 2018.
La investigación está a cargo del juez federal Marcelo Martínez De Giorgi y se originó por una denuncia del diputado Rodolfo Tailhade (FpV). De Giorgi ordenó levantar el secreto fiscal de Gianfranco Macri.
Los documentos revelan que Tevez, quien mantiene una amistad pública con el Presidente, contaba con el 10% de las acciones de Sideli SA, una de las empresas creadas para realizar el negocio. El resto de las acciones estaban a nombre de la principal compañía de la familia presidencial, Sideco (15%), de Helios Partners (un fondo de inversión manejado por viejos socios de Macri, con 9%) y la sociedad Usir Argentina SA (66%), de la que se conoce poco y nada.
Los Macri y sus socios obtuvieron en 2016 seis contratos de parques eólicos sin pasar por licitación pública y luego los revendieron haciendo una ganancia millonaria. A la par de la llegada de Macri al poder, Sideco creó cuatro sociedades anónimas entre diciembre de 2015 y marzo de 2016 a nombre de uno de sus contadores de confianza, Mariano Payaslián. Las llamaron Sidsel, Sideli, Usir Argentina y Parque Eólico Miramar SA. Durante 2016, en lugar de presentarse a licitación pública, los Macri y sus socios adquirieron seis proyectos a la empresa española Isolux por poco más de US$ 25,8 millones.
Entre mayo y septiembre de 2017, Macri y sus socios revendieron los seis parques en US$ 95 millones. La ganancia neta fue de US$ 69,2 millones.
La compra-venta de este tipo de contratos está permitida, pero un detalle obliga a analizar el caso con mayor profundidad. El 25 de noviembre de 2016, Isolux ya había vendido cuatro de los contratos, anunciaba su retiro del mercado argentino y estaba en concurso de acreedores. Sin embargo, Isolux volvió a ganar dos licitaciones más de parques eólicos (Miramar y Loma Blanca VI), a pesar de que el Gobierno sabía que la empresa no podía construirlos ni invertir en el país. Esos contratos en realidad, tenían otros dueños: Sideco y sus socios.
Payaslián, el contador de Sideco, había creado la firma Parque Eólico Miramar SA en marzo de 2016, ocho meses antes de que la licitación quedara en manos de Isolux y luego de Sideco y sus socios. Cuando el juzgado solicitó la entrega de los balances y documentación de las sociedades involucradas en la operación, la IGJ apenas contaba con las actas de inscripción de las firmas. Las sociedades nunca habían entregado al organismo de control los balances comerciales o actas de directorio. Tampoco habían blanqueado a sus socios. Solo constaba el nombre del contador Payaslián.
Fuente: Domingo 17 de febrero de 2019 – (Diario Registrado)