Los trece veteranos de Malvinas sanjuaninos y dos familiares de caídos en la guerra que integran la cuarta delegación sanjuanina que viaja a las Islas Malvinas, recorrieron a pie una larga distancia en el monte Tumbledown, denominado también como «Cerro Destartalado».
Los sanjuaninos estuvieron en distintos puntos donde el batallón número 5 de Infantería de Marina estableció las defensas y fue uno de los últimos en retirarse del combate. La historia cuenta que se retiraron prácticamente cuando ya nos les quedaban más municiones.
Asimismo los excombatientes sanjuaninos y familiares, observaron varias trincheras y recorrieron el puesto donde estaba uno de los cañones de la defensa. Luego subieron al cerro donde encontraron dos cocinas de campaña. Algunas estaban oxidadas por el paso del tiempo, pero prácticamente intactas y en el interior de una, pudieron ver que todavía está el logo del batallón de Infantería de Marina y el de la Armada Argentina, en uno de los costados.
Después de eso, el grupo llegó al punto más alto del cerro donde hay una cruz erigida por los británicos que batallaron allí contra los soldados argentinos. Hay además recuerdos y elementos de soldados ingleses que cayeron en ese lugar.
Uno de los excombatiente sanjuaninos, Mario Pascual Castro, relató lo que vivió en ese momento: “Yo pertenecía al Regimiento de Infantería 8 con asiento en Comodoro Rivadavia. En ese momento era sargento, estaba destinado a la campaña comando, pertenecía a la sección antitanque y conducía una de las piezas. Eran tres cañones de diez por cinco, y yo era el jefe de una de las piezas que tenía tres soldados: uno hacía de apuntador, otro de cargador y el otro abastecedor», detalló.
Castro agregó que “en aquel momento portaba un arma de largo alcance. El lugar en el que estábamos era una defensa que no nos permitía tener gran movimiento, no se podía, más aún con el arma, que si bien estaba adaptada, era muy pesada», destacó.
El veterano se mostró emocionado por la visita: “Estar hoy en este lugar para mí es una emoción muy grande. Ver hoy, 37 años después, restos de 1982, donde otros hermanos lucharon y quedaron muchas vidas de argentinos con espíritu y valentía muy grandes, me emociona. Es un orgullo para todos los argentinos ver este lugar», destacó.
El exsargento expresó sus sentimientos sobre el lugar y destacó que “las cocinas son un gran recuerdo de cómo era la forma de cocinar de nuestra gente; y del esfuerzo que requería llevar comida caliente a las distintas posiciones. Eso se hizo mientras se pudo; hubo momentos en los que no se podía cocinar”, comentó.
Este es el cuarto año consecutivo que viajan veteranos de Malvinas a las Islas. Desde su asunción al frente del Ejecutivo sanjuanino, el gobernador Sergio Uñac impulsa como política de Estado el reconocimiento de los excombatientes en el conflicto del Atlántico Sur ocurrido en el año 1982. En ese marco, desde 2016 y durante cuatro años ininterrumpidos, el Gobierno de San Juan, a través del Ministerio de Gobierno, a cargo de Emilio Baistrocchi organiza un viaje anual para veteranos de la guerra y familiares de caídos, dándoles una oportunidad no solo de reencontrarse con su pasado sino de cerrar heridas que marcaron sus vidas, así como la historia de la Nación.