Una multitud comenzó a colmar el domingo avenidas del centro de Buenos Aires y la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno, 43 años después del golpe que instaló una dictadura responsable de decenas de miles de desapariciones, exilios y ejecuciones en centros clandestinos.
«Con memoria y unidad luchemos por la patria que soñaron los y las 30.000 desaparecidos y desaparecidas», fue el lema de la convocatoria de la Mesa de Derechos Humanos, lanzada este año con perspectiva de género y un perfil opositor al presidente Mauricio Macri, a cuyo gobierno responsabilizan de la crisis económica que sufre el país.
Madres de Plaza de Mayo y otras organizaciones iniciaron por la mañana el tradicional despliegue de una bandera de más de 500 metros con las fotografías de las víctimas del régimen cívico-militar.
«No hay forma de vencer la hipocresía de los gobiernos que le dan la espalda al pueblo, no hay forma de llegar a construir la patria de justicia social y vida digna por la que lucharon nuestros hijos e hijas sin estar unidos», dijo en rueda de prensa Nora Cortiñas, líder de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que luego fue a alinearse -como siempre- al frente de la enorme bandera.
En medio de la muchedumbre empezaron a encolumnarse las madres de los legendarios pañuelos blancos y las Abuelas de Plaza de Mayo, que han recuperado a 128 de los 400 nietos quitados a sus padres, prisioneros políticos durante la dictadura.
Las mujeres se situaban al frente de un colorido conjunto de gente, que cada año lanza el clamor de «¡Nunca más!» una dictadura.
Los tambores de las murgas atronaban la tradicional Avenida de Mayo que desemboca en la histórica plaza. Concentraciones similares se realizan en plazas de las 23 provincias. Pocas cosas unen a los argentinos como el rechazo al régimen dictatorial.
«El gobierno de Macri viola en forma sistemática los derechos humanos, cierra escuelas, desmantela hospitales, aumenta las tarifas y somete a la población a una zozobra y angustia, con olas de despidos e inflación en ascenso», dijo en rueda de prensa el diputado opositor y cineasta Fernando «Pino» Solanas, quien en la dictadura recibió refugio en Francia.
El presidente, por su parte, recordó el pedido a Estados Unidos para que desclasifique información vinculada a la última dictadura.
«Estos documentos serán fundamentales para que la Justicia pueda avanzar en causas del pasado, aún pendientes, de una de las épocas más oscuras de la Historia Argentina», escribió en Twitter.
Más de 900 exmilitares y expolicías han recibido severas condenas por crímenes de lesa humanidad. El exdictador Jorge Videla murió en un calabozo común en 2013, sentenciado a cárcel perpetua.
Por la tarde, los organismos leyeron un duro comunicado contra las políticas del gobierno de Macri en Derechos Humanos.
Fuente: Domingo 24 de Marzo de 2019 – (Tiempo Argentino)