El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos confirmó este jueves el golpe más dramático de la crisis que se desató el año pasado: la pobreza aumentó y alcanzó al 32% de los argentinos en el segundo semestre de 2018.
Hay que añadir los miles de nuevos pobres de los dos últimos meses y medio. Sólo en el conurbano bonaerense la cifra aumentó a 41.1 por ciento.
Además, 18.6 por ciento de la población cayó al núcleo de pobreza estructural, que son los hogares donde hay carencias en la mitad de las dimensiones medidas.
La pobreza crece en Argentina y es obvio en un contexto donde aumenta la inflación, se profundiza la recesión, se achica el mercado interno y el gasto público. No puede ocurrir algo distinto, sentenció la UCA.
En el segundo semestre de 2018 el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza es del 23,4%; estos comprenden el 32,0% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 4,8% de hogares indigentes que incluyen el 6,7% de las personas”, detalló el organismo oficial de estadísticas.