El equipo de Gallardo no encontró su funcionamiento habitual y sufrió durante los 90 minutos.Un desconcierto que pagó caro a los ’25, cuando Marco Ruben cumplió con la ley del ex. ¿La figura? Franco Armani que evitó una derrota más abultada.
En su visita a Curitiba, el Millonario nunca hizo pie. Pero así y todo, la sacó barata y sueña con obtener la Recopa Sudamericana. «La ley del ex» se volvió a cumplir cuando Marco Ruben catalizó el desconcierto de River y puso en ventaja a Atlético Paranaense. Incluso, la ventaja podría haber sido más amplia si no hubiese sido porque Franco Armani tuvo una gran actuación.
El último campeón de la Copa Sudamericana sorprendió en el Arena da Baixada a un River que acabó con uno menos tras la expulsión de Milton Casco al minuto 81 por agresión y que solo se acercó con cierto peligro en la segunda mitad.
Con este resultado, los dirigidos por Marcelo Gallardo están obligados a remontada el próximo 30 de mayo.
Marco Ruben fue el único que encontró portería al finalizar en el minuto 25 una buena jugada colectiva en la que participaron Bruno Guimaraes, Renan Lodi y Rony.
Paranaense y River presentaron sus credenciales al título de formas bien diferentes. Los locales explotando la velocidad de sus extremos y sus laterales, mientras los visitantes propusieron una presión asfixiante en campo contrario e intentaron olvidar la eliminación en los cuartos de final de la Copa Superliga.
‘Lucho’ González, otro de los argentinos en las filas del Paranaense y también ex del River, lanzó el primer aviso con un disparo desde la entrada del área.
Lodi, de 21 años, quien aseguran pronto armará las valijas rumbo a Europa, falló un centro cruzado en el segundo palo, pero luego se rehízo al participar en el primer y único tanto de la noche. El lateral recibió de Bruno Guimaraes, pasó en corto para Rony, quien se giró rompiendo la marca de varios defensores y le puso en bandeja el gol a Ruben, que solo tuvo que poner el pie en el área pequeña para convertirlo.
La Banda intentó no perder los papeles con la posesión de la pelota. Pratto pivotaba en el ataque en busca de apoyos. De La Cruz le puso ganas y nervio, pero no bastó. La defensa del Paranaense parecía infranqueable.
En la segunda mitad, el centrocampista uruguayo siguió tirando del carro. Su compañero Palacios empezó a asomar la cabeza y el River ganó metros sobre el césped, pero sin contundencia.
Y entre todo ese ataque desordenado, el Paranaense siguió haciendo daño con transiciones rápidas y contras punzantes. Pero del otro lado estaba Armani, quien evitó el segundo con una buena parada a disparo de Lodi.
A partir de ahí, el partido entró en un ida y vuelta frenético.
Nikao puso en aprietos al arquero en dos ocasiones más, mientras que Matías Suárez solo llegó a rozar un centro desde la izquierda cuando tenía todo a su favor para empatar el partido.
Y del frenesí a la impotencia. Casco le dio un puño a Rony antes del cobro de una falta y el árbitro no lo dudó, previa consulta del VAR, y expulsó con roja directa al lateral a diez minutos para el final.
La expulsión dejó sin energías a River, que confiará en una remontada en casa para no poner en duda su reinado.