El ex gobernador Daniel Scioli y los mandatarios de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y de Chaco, Domingo Peppo, fueron los primeros en visitar la Casa Rosada en el marco del diálogo por los puntos básicos de consenso.
La Casa Rosada fue escenario de idas y vueltas de funcionarios en el comienzo de la ronda de reuniones por el decálogo de consensos que promueve el gobierno para lograr estabilidad y previsibilidad frente a la incertidumbre electoral de los mercados.
Pese a que Mauricio Macri había encabezado la convocatoria llamando por teléfono a varios precandidatos presidenciales, se decidió que sea el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también partícipe de las negociaciones, quien recibiera a dos gobernadores y al diputado y precandidato presidencial Daniel Scioli.
Al igual que Roberto Lavagna, Sergio Massa también respondió por carta «los 10 puntos» que propuso el presidente para acordar consensos básicos que den previsibilidad al país. Anticipó que buscará concertar una respuesta común con los otros actores convocados, como los representantes de la producción y del mundo sindical.
Al mediodía Frigerio recibió al gobernador de Chaco, Domingo Peppo y por la tarde al mandatario entrerriano Gustavo Bordet, en el marco del llamado al diálogo propuesto por el Ejecutivo con el objetivo de acordar diez puntos básicos para el desarrollo sostenible del país.
«El objetivo es ver en qué cosas nos ponemos de acuerdo para no discutir en la campaña electoral, para que no forme parte de la discusión política y que dé certezas de que la Argentina es un país serio y que ya hay cosas que no discute. Llegar a acuerdos básicos mínimos, indispensables para la Argentina, sobre todo en un momento difícil como este, es responsabilidad de los dirigentes», resaltó el ministro Frigerio luego del encuentro.
Por su parte, el gobernador Peppo destacó que se lleve adelante este acuerdo y remarcó que «nadie puede no estar de acuerdo con los diez puntos de coincidencia que plantea el presidente para dar una señal de confiabilidad y previsibilidad al mundo». Con todo, el funcionario pidió rever el esquema tarifario de los servicios públicos y aprovechó la ocasión para reclamar por las inundaciones en su provincia.
En tanto, Bordet recalcó que «los tiempos electorales de ninguna manera deben desviar la agenda en común entre las provincias y el gobierno nacional y pidió debatir algunos puntos como por ejemplo la defensa de las economías regionales» y la cuestión previsional, un aspecto en el que llamó la atención «para no perjudicar más a nuestros jubilados».
El mandatario, en diálogo con la prensa acreditada, sostuvo que «es un acuerdo marco que vamos a estudiar, consultar con otros gobernadores y la semana próxima daremos una devolución sobre los puntos a agregar». Los mandatarios tendrán un diálogo en los próximos días y podría haber una posición común frente a la convocatoria.
Antes de ingresar a Casa Rosada a las 17.40, Scioli mantuvo un encuentro en la casa de Salta con el gobernador Juan Manuel Urtubey, que podría concurrir al convite hoy o mañana. Sí este jueves se espera la visita del rionegrino Alberto Weretilneck.
Lo cierto es que luego Scioli se reunió con Frigerio y le entregó un informe de 6 páginas en el que propone «soluciones superadoras» a los 10 puntos en cuestión. «He propuesto la recuperación del salario, mejoras a la situación tarifaria y que la forma de llegar al equilibrio fiscal sea vía el crecimiento», declaró el precandidato en el Patio de las Palmeras. Prefirió no opinar sobre la falta de respuesta de Cristina Kirchner al decálogo macrista, se diferenció al recordar que «estuve en la asunción de Macri» y trascendió que hoy no acompañará a la ex presidenta en la presentación del libro «Sinceramente».
También el ex gobernador confió que durante el encuentro «se habló del tema laboral cuando se ha llevado a cabo una reforma laboral de hecho con la devaluación. Y se debería incorporar trabajadores vía un blanqueo y que la banca pública genere incentivos al consumo y la exportación de las pymes».
Con todo, no está claro cuál será el corolario de los encuentros. Al oficialismo le ha servido esta convocatoria para retomar a la agenda pública y alejar el foco de atención de los problemas domésticos como la asfixia económica de gran parte de la población. Como admitían fuentes oficiales de paso por los pasillos del palacio gubernamental, al Ejecutivo «le sirve estirar» el tema para intentar sacarle rédito político en tiempos de crisis.
Las reuniones continuarán la próxima semana con referentes de otros sectores para llevar tranquilidad al mostrar «convivencia democrática». Pero no está planteada, en principio, «la firma de un documento» ni «una foto con Macr».
Por último, Marcos Peña estuvo entre las 14.30 y las 15.30 en Casa Rosada y luego se retiró a una entrevista privada junto a asesores en comunicación.