Luego de empatar en 1 frente a Gimnasia de Mendoza (Palacios por River y Vera por el local) se definió la serie en los tiros desde los doce pasos, donde los de Gallardo se impusieron por 5 a 4.
River tuvo una noche difícil en Villa Mercedes. Podría haber quedado eliminado de la Copa Argentina porque experimentó diversos obstáculos, pero la fortaleza mental que tanto destaca Marcelo Gallardo resultó fundamental para ganarle 5-4 por penales a Gimnasia y Esgrima (Mendoza) después de empatar 1-1 durante el tiempo reglamentario en el estadio Único La Pedrera.
Hubo tres pilares para explicar la clasificación del Millonario a los octavos de final de la Copa Argentina: Germán Lux fue clave porque le tapó un mano a mano a Lucas Carrizo y más tarde se lució al desviarle un penal a Ignacio Morales cuando iban 12 minutos del segundo tiempo y el marcador estaba en cero. Los otros dos futbolistas decisivos fueron Exequiel Palacios por abrir la cuenta y, sobre todo, el juvenil Benjamín Rollheiser (19 años), quien hizo su debut oficial y le cambió la cara al equipo.
Rollheiser estuvo cerca de quedar libre en julio, pero unas semanas antes se llegó a un acuerdo para extenderle el contrato y esta noche comenzó a demostrar por qué hay tantas esperanzas puestas en él. Además de iniciar la acción del 1-0 parcial, el atacante nacido en Coronel Suárez (provincia de Buenos Aires) inquietó como extremo derecho, le aportó velocidad a los avances y, como si fuera poco, señaló el 5-4 definitivo en la tanda de penales.
El Millonario exhibió un rendimiento insuficiente. Si bien manejó la pelota prácticamente siempre, mucho tuvo que ver la postura de un Gimnasia ordenado, que apostó al 4-4-2 compacto y buscó mediante los contragolpes y la pelota parada. Este último recurso le sirvió para alcanzar la igualdad tras un tiro de esquina de Carrizo que el experimentado Renzo Vera aprovechó para cabecear después de doblegar la marca de Javier Pinola.
