A pesar de que la Economía subió al 2,6% el mercado de trabajo argentino acumula una destrucción de 94.300 empleos en blanco en lo que va del año. La suba solo es un fenómeno monetario.
Si tomamos el mismo mes del año pasado, la merma alcanza los 217.000 puestos laborales interanualmente, pero supera los 300.000 al contabilizar el inicio de la tendencia negativa que comenzó en enero del 2018.
Desde el ministerio de Producción y Trabajo que conduce Dante Sica ratificaron que bajó el salario real. Mientras que en diciembre la remuneración real promedio había retrocedido un 9,8% a nivel interanual, en esta oportunidad lo hizo un 8,9%, acumulando once meses de caídas consecutivas.
Finalmente, la encuesta de indicadores laborales (EIL) tuvo su segundo mes positivo respecto a la expectativa de futuras contrataciones. En mayo, el 90,8% de las empresas encuestadas espera mantener estable sus dotaciones para los próximos tres meses, un 5,2% proyecta aumentarla y un 4% considera que su dotación disminuirá, dando un saldo de 1,2% que de todos modos es mínimo en términos históricos y no augura una expansión del empleo.
De hecho, esta misma encuesta indica que según los empresarios el empleo caerá el próximo mes tanto a nivel general, como en la mayoría de las jurisdicciones (salvo Bahía Blanca y Mar del Plata), en casi todas las ramas de actividad (excepto servicios financieros) y en todos los tamaños de empresas (a excepción de las más grandes).