A dos años de la desaparición del joven, agrupaciones políticas y de DDHH marcharon a Plaza de Mayo para exigir justicia.
La familia de Santiago Maldonado, fallecido en 2017 tras permanecer más de 70 días desaparecido, marchó este jueves junto a agrupaciones políticas y de derechos humanos para exigir justicia y su hermano, Sergio Maldonado, reiteró que «el Estado es responsable».
La manifestación comenzó a las 17:00 en la histórica plaza, donde los familiares y las agrupaciones convocantes realizaron un nuevo pedido de justicia para el caso del joven que desapareció el 1 de agosto de 2017 tras un desalojo realizado por Gendarmería en un predio ocupado por una comunidad mapuche en Chubut y fue hallado muerto 77 días después a la orilla del río Chubut
«Realmente lo han desaparecido durante 77 días y el Estado es responsable de su muerte», aseguró Sergio Maldonado en
declaraciones a C5N luego de la movilización y de esta forma dejó en claro que la familia sostiene su hipótesis inicial
frente a la muerte del tatuador de 28 años.
Y es que a pesar de la pericia que se realizó sobre el cuerpo y señaló que se trató de una muerte «por ahogamiento
coadyuvada por hipotermia», la familia nunca dejó de responsabilizar al Gobierno y de apuntar principalmente contra
Gendarmería Nacional.
Por otra parte, el hermano del joven fallecido sostuvo que la participación en el acto de las agrupaciones de derechos
humanos y de las cientos de personas que se acercaron a Plaza de Mayo para sumarse al reclamo es «una caricia, un
apoyo a la lucha».
«Toda la gente que vino no permite la impunidad y lo de Santiago es una deuda», sostuvo Maldonado y agregó: «Es un
mensaje para el Gobierno de que no fue una construcción lo de Santiago, realmente lo han desaparecido durante 77 días
y el Estado es responsable de su muerte». La movilización y el acto se desarrollaron con tranquilidad y no se registraron incidentes como los que ocurrieron en 2017 y 2018, algo sobre lo que Sergio Maldonado había advertido el último miércoles, al pedir a los asistentes «no entrar en provocaciones».
Finalizado el acto, mientras la mayoría de la gente se retiraba de la plaza un grupo reducido de personas realizaron
pintadas en la fachada del Cabildo, frente a lo cual se incrementó la presencia de la Policía de la Ciudad, pero no hubo
desmanes.