La Selección argentina de básquetbol se quedó este domingo con la medalla plateada luego de no haber podido resolver la encrucijada que le propuso España, que se impuso por 95-75 para lograr su segundo título Mundial, en China, resultado que no opaca el camino albiceleste, que contagió su entrega.
La Argentina jamás pudo entrar en partido, principalmente por no haber podido descifrar la ofensiva española ni hacerse fuerte en defensa, uno de los pilares que lo llevó hasta esta cita histórica.
España sacó la diferencia de entrada (11-2) y no dejó meterse en resultado en ningún momento a la Argentina, a quien dominó en los rebotes para reducir su circuito ofensivo, donde no funcionó el conjunto ni la individualidad de sus figras Facundo Campazzo y el capitán Luis Scola.