El candidato presidencial aseguró estar comprometido con los que no tienen trabajo, con los desposeídos y los jubilados.
Bajo el sol de Santa Rosa, capital de La Pampa, el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, celebró festejar el Día de la Lealtad Peronista en unidad, algo que no ocurría hace años. Acompañado de la plana mayor del espacio político peronista, remarcó que estará del lado de los trabajadores y de los que no tienen voz. Y, pese a estar casi 17 puntos arriba, pidió hacer un esfuerzo más en las elecciones del próximo 27 de octubre para volver a levantar al país.
Después del discurso del gobernador pampeano, Carlos Verna, y su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, Fernández analizó: «No es un día más, es un día muy especial porque el 17 de octubre salimos al escenario nacional, cuando un pueblo salió a reclamar por la libertad de un Coronel que se había ocupado de sus derechos. Es el día que nos recuerda con quién estamos comprometidos, aquellos a quienes decimos querer representar».
Fernández no evitó destacar la unidad en una fecha histórica del peronsimo: «Hace muchos años que no pasábamos un 17 de octubre todos unidos. Al momento de enumerar las razones por las que se llegó a esa instancia, le agradeció especialmente a la ex Presidenta: «Estamos todos unidos porque Cristina ayudó enormemente a esa unidad, gracias».
Y, ante una multitud aclaró con fuerza: «Salimos para estar al lado de los que no tienen voz, de los desposeídos, de los que no tienen trabajo, de los que tienen hambre, de los jubilados, de los que padecen. Por eso nacimos un 17 de octubre del 45».
De cara al futuro, el candidato adelantó que el peronismo llegó «para darle al pueblo una opción, después de cuatro años de sumisión y derrota, que es a lo que condenaron a los sectores más humildes» y remarcó la necesidad de construir un país que «deje de caerse, que es lo que pasa cada vez que éstos llegan al poder. Periódicamente se cruzan en nuestras vidas, llegan al poder y destruyen todo lo construido».
En un claro mensaje a los ciudadanos, pero sobre todo al presidente Mauricio Macri, deseó haber aprendido de los errores y «entendido que la política no es prepararse haciendo coaching», sino que «la política, entiéndalo presidente, exige no mentirle a la gente, exige comprometerse con la gente». Punto en el que destacó que el líder de Cambiemos, a quien calificó como «desvergonzado», mintió en el debate de 2015 e hizo lo mismo en el del domingo pasado.
El candidato advirtió que desde el Gobierno le quieren hacer creer al pueblo que «para vivir en una sociedad los que trabajan tienen que tener menos derechos. Y menos derechos para los que enseñan. Y menos derechos los que estudian, los jubilados», pero enfatizó: «Lo que nos hizo distintos en el mundo fueron los derechos que tuvieron los argentinos, que permitieron estudiar, trabajar, y le permitió a los jubilados tener dignidad».
Frente a un complejo escenario social, económico y político, llevó un mensaje de esperanza al asegurar que el país volverá a levantarse, «un país que ha soportado dictaduras, genocidas, una guerra y ha vuelto». Por eso, pese a estar casi 17 puntos arriba de Macri, pidió un último esfuerzo de cara al 27 de octubre, para que lo acompañen con el voto.
Con el resultado de las urnas, este Gobierno se irá «dejando un pueblo sumido en la miseria», analizó el candidato, pero pidió no preocuparse porque trabajarán «todos juntos» para levantar al país, «la Argentina entera» lo hará para «volver a recuperar la dignidad» que el macrismo quitó. Por eso, remató: «No bajen los brazos» y pidió construir una nación para todos.