El candidato del Frente de Todos presentó su propuesta para garantizar la alimentación a los sectores más vulnerables. La iniciativa apunta a mejorar la nutrición, prevé bajas del precio de los alimentos y la generación de mayores ingresos para las familias.
«Tenemos que tener vergüenza de decirnos el país que produce alimentos para 400 millones de personas y no podemos alimentar a 15 millones de personas en situación de pobreza», apuntó el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández , en la presentación del plan «Argentina contra el hambre», que buscará reunir en un consejo al Estado, las empresas y las organizaciones de la economía popular para bajar los precios de la canasta básica y aplicar una política alimentaria federal. El candidato calificó el plan como una «batalla moral» y sostuvo que «no se tiene que esperar un resultado electoral» para ponerla en marcha.
La facultad de Agronomía fue el escenario elegido por el Frente de Todos para lanzar la propuesta que el diputado Daniel Arroyo, quien estará a cargo de la coordinación del plan, definió como «la primera política de Estado del siglo XXI». Arroyo precedió en el discurso a Fernández y se encargó de describir cinco ejes, entre los que estarán, la baja de precios a la canasta básica, la entrega de una Tarjeta Alimentaria para los sectores más vulnerables, acuerdos intersectorales, políticas alimentarias acordadas con cada provincia e infraestructura.
«Olvidemos toda diferencia, juntémonos de una vez por todo a terminar con el hambre», convocó Fernández al poner el tinte político del anuncio e interpelar en su discurso al presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja ; al titular de la multinacional Syngenta; a sectores de la Iglesia y a Juan Grabois, en representación de los sectores de la economía popular.
Fernández pidió la ayuda del sector empresario para «reperfilar los precios de la canasta básica». «No es posible que en el país del trigo y las vacas, el pan y la leche no paren de subir de precio y falten en la mesa de los argentinos», achacó. Pero reconoció «la buena predispoción» que encontró en todos los sectores a los que les presentó el plan.