El papa Francisco lamentó hoy «los incendios provocados por el hombre» que acechan varias provincias de la Argentina y otros lugares del mundo, se solidarizó con las poblaciones afectadas y dijo estar en «cercanía de los bomberos y voluntarios que arriesgan la vida para extinguir los fuegos».
«Deseo expresar mi cercanía a las poblaciones golpeadas por los incendios que están devastando tantas regiones del planeta, así como a los voluntarios y bomberos que arriesgan la vida para extinguir los fuegos», señaló el Sumo Pontífice durante el rezo del Ángelus en el Vaticano.
El Papa enumeró la cantidad de incendios que se produjeron en los últimos tiempos en los Estados Unidos y en gran parte de Sudamérica, donde detalló la delicada situación que atraviesan varias de las provincias argentinas.
«Pienso principalmente en la costa occidental de Estados Unidos, particularmente a California, y en las regiones centrales de Sudamérica: la zona del pantanal, en Paraguay; la ribera del río Paraná, en Argentina», enumeró el jefe de la Iglesia Católica.
La más complicada es Córdoba, pero también aparecen Santa Fe y Entre Ríos entre las 11 provincias que en su momento estuvieron afectadas por las llamas (Corrientes, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, San Luis, La Pampa, Buenos Aires y Misiones, fueron las restantes).
El Papa señaló que «muchos incendios son causados por la persistente sequía, pero no faltan los provocados por el hombre». Por último, Francisco pidió «que el Señor sostenga a los que están sufriendo las consecuencias de estas catástrofes y nos ponga atentos a preservar la creación».
Además de esos incendios forestales, hubo otro que se produjo recientemente en zonas próximas al Santuario de Elefantes de Brasil, el único que existe en América Latina, y las autoridades trabajan para impedir que llegue a esa reserva.
Asimismo, el mes pasado el siniestro más grande de la historia de California (Estados Unidos) superó el 5 de octubre la barrera del millón de acres quemados, unas 400 mil hectáreas, convirtiéndose en el primer fuego forestal que sobrepasa esa cantidad.