En medio de una segunda ola de contagios en toda Italia, las tres regiones más pobladas del país, que concentran más de 20 de los 60 millones de habitantes de Italia, decidieron emitir una ordenanza de «toque de queda» nocturno para frenar las salidas.
Los desplazamientos sin justificación durante la noche quedarán prohibidos en Roma, Nápoles y Milán, capitales de Lacio, Campania y Lombardía, respectivamente, como forma de frenar la difusión del coronavirus. Justamente en Lombardía fue donde se desató más velozmente el COVID-19 en todo el país.
En una declaración al Parlamento, el premier Giuseppe Conte dijo que «Italia está hoy en una situación distinta respecto a la de marzo, aunque sí, esta ola se está mostrando muy crítica».