Con protocolo COVID y autorización oficial, se realizará la edición 2021 del Cruce de los Andes. En este caso la organización estará a cargo de la Federación Económica y cuenta con el apoyo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
En esta edición, la particularidad del viaje será la pandemia y la devaluación del peso argentino que elevó los montos, dolarizados, que se venían manejando desde que la travesía se realiza de manera privada. Hoy hacer el Cruce cuesta dos mil dólares a pagar en pesos, bajo el valor oficial de la moneda estadounidense.
Bajo la organización de la Federación Económica y el apoyo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), empresarios y cualquiera que quiera realizar el viaje y tenga dos mil dólares podrá hacerlo. Podrá cumplir el sueño de una semana en pleno contacto con la naturaleza, la historia y el desafío personal de superación. El viaje está previsto desde el 31 de enero hasta el 8 de febrero y contará con la asistencia de profesionales y equipo médico para cuidar a los expedicionarios.
La principal preocupación este año es la pandemia por lo que en algún momento el Cruce estuvo en dudas aunque con la flexibilización otorgada en San Juan para la actividad turística se autorizó también ésta aventura. La condición es que se aplique el protocolo establecido este año por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, en conjunto con las Cámaras de Turismo y las provincias, a través del Consejo Federal de Turismo. Esto implica el diseño y la operación de la actividad, en la medida de lo posible, en un solo sentido de circulación, disponiendo un área específica como punto de encuentro o inicio de la actividad y otra de regreso, evitando el cruce entre personas y reduciendo la proximidad entre las mismas. También aconseja la correcta desinfección de los espacios, elementos y equipos utilizados.
Estos requerimientos en el Cruce de los Andes, siguiendo la ruta sanmartiniana, estarán garantizados ya que hacer la travesía significa un distanciamiento social obligado por la distancia entre jinetes que lo determinan los animales y que cuando la tropa esta de reunión en el campamento, el aire libre permite disminuir considerablemente el riesgo de cualquier tipo de contagio de Covid-19. En cuanto al alojamiento, las carpas individuales o de grupo reducido también permiten mantener el protocolo que está desarrollando la organización para esta edición del viaje, bajo el término burbuja. Además habrá uso exclusivo de equipamiento individual y cuando la actividad requiera del uso de elementos y equipos personales, cada visitante deberá tenerlos en una mochila o con cubierta protectora, y no podrá compartirlos. Por último los expedicionarios deberán garantizar que no tienen Covid-19 y en caso de detectarse síntomas compatibles con coronavirus durante el viaje, en excursionistas o prestadores, deberá aplicarse el protocolo de extracción del paciente y aislamiento del grupo para evitar contactos estrechos.