El Indec informó que la indigencia se mantuvo por encima del 10%. La implementación de diversos programas de contención social evitaron que el indicador se eleve
En un dato demoledor que refleja lo peor de la crisis de la pandemia del coronavirus, el Indec reveló que el 42% de la población es pobre. Se trata de 19 millones de argentinos que estuvieron por debajo de la línea de pobreza durante el segundo semestre de 2020. En comparación al primer semestre, cuando inició la pandemia, el indicador creció sólo 1,1 puntos gracias al impacto positivo de las medidas de asistencia social que promovió el Gobierno en los peores meses de la crisis sanitaria.
El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 31,6%, en donde residen el 42% de las personas. En el primer semestre, tras el comienzo de la pandemia, el 40,9% de los individuos no podían satisfacer sus necesidades básicas, por lo que el guarismo se incrementó 1,1 puntos. En el segundo semestre de 2019, el macrismo le entregó a Alberto Fernández un país con 35,5% de pobres que fueron generados sin una crisis mundial, sino por políticas económicas propias.
El Indec reveló también que en el segundo semestre de 2020 el 7,8% de los hogares se encuentran por debajo de la línea de indigencia, donde reside el 10,5% de las personas. La cantidad de indigentes se mantuvo respecto al cierre del primer semestre, pero se incrementó 2,5 puntos porcentuales de forma interanual.
Para el universo de los 31 aglomerados urbanos que mide la Encuesta Permanente de Hogares, la pobreza afecta a 12 millones personas y, dentro de ese conjunto, y en ese universo se incluyen a tres millones personas indigentes. Extrapolada esta cifra a la totalidad de habitantes del país da que 18,9 millones de personas son consideradas pobres.