Las posiciones de las partes se acercaron en los últimos días, por lo que esperaban que se registren avances en las nuevas conversaciones.
Rusia anunció este domingo que se reanudarán este lunes las negociaciones directas con diplomáticos de Ucrania, tras una intensa jornada de avance ruso sobre territorio ucraniano, con múltiples ataques aéreos contra un centro de entrenamiento militar en el oeste del país, cerca de la frontera con Polonia, donde hubo al menos 35 muertos y 134 heridos, y provocó una fuerte advertencia de Estados Unidos.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, informó que diplomáticos de Rusia y Ucrania volverán a dialogar este lunes, por primera vez mediante videoconferencia, reportó la agencia de noticias rusa Tass, según AFP.
Esto se da en un contexto de mayor optimismo tras cuatro encuentros sin grandes avances y luego de que el viernes pasado el líder ruso, Vladimir Putin, dijera que veía «progresos positivos en las conversaciones».
Según expresó el delegado ucraniano Mijail Podoliak, Rusia «se ha vuelto mucho más sensible a la posición de Ucrania» y «ha comenzado a hablar constructivamente» por lo que espera «resultados concretos».
En coincidencia, su colega ruso Leonid Slutski anticipó que espera que «este progreso conduzca muy pronto a una posición común entre las dos delegaciones y a la firma de documentos».
El anuncio de la reanudación de las conversaciones se dio a conocer después de que Rusia atacara el oeste de Ucrania, la zona del país hasta ahora menos afectada por la invasión rusa, y de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, exhortara a empresas multinacionales de software, como Microsoft, Oracle o SAP, a suspender a cancelar sus contratos en Rusia.
«O estás por la paz o apoyás al sangriento agresor ruso que mata a niños y mujeres ucranianas«, tuiteó Zelenski.
Más temprano, la base de entrenamiento militar de Yavoriv, ubicada unos 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de Lviv y a 35 del límite con Polonia, fue bombardeada por el Ejército ruso, luego de que el sábado Rusia advirtiera que consideraría «blanco legítimo» cualquier cargamento de armas extranjeras destinado al Ejército ucraniano.
En el último tiempo, este centro para adiestrar a militares ucranianos recibió regularmente instructores enviados por Estados Unidos y la OTAN, y también albergó maniobras militares de la organización, según Moscú.
«Como resultado del ataque (contra la localidad de Staritchi y la base militar, a escasos kilómetros de distancia) hasta 180 mercenarios extranjeros y una gran cantidad de armas extranjeras fueron eliminados», aseguró el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, informó AFP que no pudo confirmar la cifra de manera independiente.
De acuerdo con el coordinador nacional neerlandés de combatientes, Gert Snitselaar, en el ataque contra el centro militar también resultó herido un número incalculable de ciudadanos de Países Bajos afiliados a la legión de combatientes extranjeros voluntarios, informaron el medio local De Telegraaf y la agencia ANSA.
Tras el bombardeo, el principal asesor de seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan, advirtió a Rusia que enfrentaría una respuesta de la OTAN si alguno de sus ataques en Ucrania cruzaba fronteras y alcanzaba el territorio de algún país de la alianza atlántica.
«Pondremos en acción toda la fuerza de la OTAN al responder», dijo Sullivan , tras explicar que un ataque militar así provocaría la invocación del artículo 5 de su carta fundacional, que requiere a los otros países de la alianza ir en defensa de la nación agredida.
Además, afirmó que Estados Unidos seguirá «enviando cantidades sustanciales de asistencia militar y armas a las líneas del frente para ayudar a los ucranianos a garantizar que Ucrania sea un fracaso estratégico para Putin», pese a las amenazas de Rusia de atacar cargamento de armas extranjeras dirigidos a este país.
Este domingo también se registraron bombardeos rusos en el oeste de Ucrania: el aeropuerto de la ciudad Ivano-Frankvisk, ubicada a 250 kilómetros de la frontera con Eslovaquia y Hungría, fue blanco este domingo de un ataque ruso, aseguró el alcalde Ruslan Martsinkiv.
En el sur de Ucrania, donde Rusia hizo hasta ahora sus mayores avances, controlaba varias localidades y asediaba otras, un ataque ruso mató a nueve personas en Mikolaiv, ciudad bombardeada intensamente desde hace días, próxima al puerto de Odesa, en el mar Negro, informó el gobernador regional.
«Nueve personas murieron como resultado del bombardeo de estos imbéciles», escribió el gobernador Vitaly Kim en Telegram, sin ofrecer más detalles.
El sábado, en el sur, el ejército ruso atacó la asediada Mariupol, además de localidades cercanas a la norteña Kiev, la capital, y frustró intentos de evacuaciones o huidas de civiles.
En Mariupol, una de las ciudades más golpeadas por el conflicto, desde el inicio de la ofensiva rusa murieron más de 2.100 civiles, afirmó este domingo el alcalde de la localidad, Vadym Boychenko, luego de que el balance del viernes se cifrara en 1.582.
«Los ocupantes atacan cínica y deliberadamente edificios residenciales, zonas densamente pobladas, destruyen hospitales infantiles e infraestructuras urbanas; hasta la fecha, 2.187 habitantes de Mariupol murieron en los ataques rusos», afirmó Boychenko en Telegram.
En la ciudad portuaria, ubicada sobre el mar de Azov, unos 200.000 civiles, casi la mitad de su población de 430.000, quieren huir de los bombardeos y el sitio ruso.
Este domingo, en paralelo, el canciller ucraniano Dmytro Kuleba denunció el supuesto secuestro de otro alcalde, el segundo desde el inicio de la ofensiva, luego de que autoridades ucranianas acusaran a Rusia de capturar el viernes pasado al de Melitopol, Ivan Fedorov, y Zelenski pidiera ayuda a Alemania, Francia e Israel.
«Hoy, criminales de guerra rusos secuestraron a otro alcalde ucraniano elegido democráticamente, Yevhen Matveyev. Llamo a todos los estados y organizaciones internacionales a detener el terror ruso contra Ucrania y la democracia», tuiteó Kuleba, sobre el alcalde de la ciudad de de Dniprorudne, también de la sureña región de Zaporiyia.
Desde el inicio de la ofensiva rusa, 596 civiles ucranianos fallecieron, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se cuentan 85 niños, informó la oficina del fiscal general de Ucrania.
Además, desde el 24 de febrero último se contaron 12 decesos y 34 heridos en 31 ataques contra el personal y la infraestructura sanitaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que exigió, junto a la Agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), un alto al fuego.
«El sistema de salud en Ucrania claramente está bajo una presión significativa, y su colapso sería una catástrofe; hay que hacer todo lo posible para evitar que esto suceda», advirtieron en un comunicado conjunto.