El Tribunal de Disciplina y Ética del Colegio de Fonoaudiólogos de San Juan le sacó la matrícula por un año y le aplicó una multa.
El Tribunal de Disciplina y Ética del Colegio de Fonoaudiólogos de San Juan emitió una resolución que fue publicada en el boletín oficial en la que se establece la suspensión, por el término de un año, de una profesional que, habría estado, realizando la atención a pacientes sin título ni matrícula.
La comunicación fue emitida el pasado cuatro de abril de este año. Allí, los miembros del tribunal resolvieron la denuncia contra la supuesta fonoaudióloga identificada Carla Ontiveros Tapia
Los representantes de la entidad que nuclea a los Fonoaudiólogos de San Juan consideraron responsable a la licenciada por incumplimiento del artículo 34 de la Ley 360-A haciendo ejercicio de la profesión sin tener título habilitante ni haber estado inscripta y matriculada ante el Colegio de Fonoaudiólogos de San Juan.
El tribunal le aplicó la sanción de suspenderle la matrícula dispuesto en el inciso 3 del artículo 22 del Código de Ética. Ella estaba privada e inhabilitada para ejercer la profesión por el término de doce meses y, en forma accesoria, aplicar la sanción de multa establecida en el artículo 22. La suma que deberá abonar será de $170.000.