En su mensaje de fin de año, el Presidente instó a la sociedad a «reclamar» a diputados y senadores que acompañen el proyecto que envió el Ejecutivo.
El presidente Javier Milei le pidió «a la dirigencia política que abandone las anteojeras ideológicas» y respalde el proyecto de Ley Ómnibus que envió al Congreso para afrontar la emergencia y consideró que si esa iniciativa no se aprueba en el Parlamento, el país afrontará «una crisis de proporciones bíblicas», mientras alentó a «los argentinos de bien» a que «reclamen» a los legisladores la aprobación.
Lo hizo durante el mensaje grabado de fin de año que se difundio por redes sociales. En pocas semanas, los diputados tendrán dos opciones; rechazar la ley y continuar con el modelo que durante 100 años nos ha empobrecido o aprobar la ley, hacer un cambio profundo y abrazar nuevamente las ideas de la libertad”, afirmó el mandatario.
“A pesar de que no prometí un camino de rosas, sino de esfuerzos y sacrificios, la mayoría me correspondió con los votos. El próximo año será duro para todos nosotros, si el programa es obstruido por los mismo de siempre no tendremos las herramientas para evitar una catástrofe”, agregó.
El Presidente remarcó que “depende de todos: de nosotros en el Gobierno, de los dirigentes sindicales y sociales para elegir entre el bienestar general o la preservación de sus intereses, diputados y senadores que deberán ser parte de la solución o seguir siendo del problema y también depende de los argentinos de bien que ven que estamos ante un punto de inflexión de nuestra historia”.
Allí, entonces, lanzó un mensaje con tono amenazante que pareció tener como destinatarios a los diputados y senadores: “Invito a todos los argentinos de bien a que les reclamen a sus representantes la aprobación de la ley, la patria lo necesita”.
Al dirigirse a los argentinos, Milei remarcó que hacía «tres semanas» que llegó al Poder Ejecutivo y volvió a comprometerse con que prefiere «decir una verdad incomoda que una mentira confortable».
En ese marco, aseguró que a causa de «las irresponsables decisiones adoptadas por los anteriores gobiernos el próximo año será duro para todos nosotros».
«La otra certeza que tenemos es que si nuestro programa es obstruido por los mismos de siempre que no quieren que nada cambie, no tendremos los instrumentos para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe social de proporciones bíblicas», advirtió.
Asimismo, Milei señaló que aunque a algunos «le ha llamado la atención la cantidad y celeridad de las medidas que hemos adoptado», consideró que «fueron necesarias» ante «la peor herencia de la historia».
«Estamos frente a una situación de emergencia nacional que requiere que actuemos de forma inmediata y contundente con la mayor cantidad de instrumentos posibles que exceden ampliamente los recursos que hemos utilizado en estas primeras semanas», añadió.
Al defender el «plan de shock de estabilización» que implementó, Milei insistió con que «las medidas fueron necesarias para intentar morigerar los efectos de la peor herencia de la historia», en alusión al gobierno de Alberto Fernández.
Y resaltó que «el cambio de raíz respecto del modelo empobrecedor es un compromiso irrenunciable que asumí con todos los argentinos».
Tras «desearle a todos los argentinos un feliz año» y «que puedan pasarlo en compañía de sus familias y seres queridos», Milei advirtió que «puede ser el año que demos vuelta un siglo de fracaso, que dejemos atrás el modelo colectivista que nos hizo pobres y abrasemos el modelo de la libertad nuevamente».
El presidente finalizó su salutación con el ruego de «que Dios bendiga a los argentinos y las fuerzas del cielo nos acompañen».