El flamante funcionario juró sobre La Torá. “Te están mandando señales las fuerzas del cielo”, le dijo Milei.
Pasadas las 18.30, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Javier Milei le tomó juramento a Gerardo Werthein como nuevo Canciller de la Argentina en reemplazo de Diana Mondino. El flamante funcionario juró sobre La Torá, el libro de la ley de los judíos, por lo que el Presidente aprovechó para decir unas palabras al respecto.
“Te están mandando señales las fuerzas del cielo”, le dijo el jefe de Estado a Werthein.
El presidente Milei vinculó su discurso a la lectura bíblica que simboliza el inicio del viaje de Abraham para llevar mensajes de fe y libertad al mundo. El líder libertario afirmó que esta coincidencia era una “señal del cielo” y describió la responsabilidad de Werthein como una misión internacional inspirada en valores religiosos, destacando una fuerte simbología espiritual en la diplomacia que él aspira impulsar.
lo explicó de la siguiente manera: “Hemos salido del formato tradicional. Me pareció pertinente y apropiado hablar sobre la Parashat de esta semana, que es la Parashat Lej Lejá”, introdujo el mandatario.
Luego agregó: “es interesante lo que señala, te están mandando señales las fuerzas del cielo, Gerardo, porque se habla de los comienzos de los viajes de Abraham por todo el mundo, difundiendo los mensajes del creador”.
“Dios le dice que va a tener mucha influencia en las naciones del mundo, dándole una responsabilidad importante para llevar los mensajes de la Torá, de la vida y la libertad al mundo entero. Incluso, interactuará con otras naciones Abraham en esta Parashát”, continuó al presidente trazando una analogía con las tareas que deberá desempeñar el flamante ministro de Relaciones Exteriores argentino.
Durante el acto de asunción estuvieron presentes integrantes del gabinete nacional junto a integrantes del entorno cercano al empresario, que hasta el momento se desempeñaba como embajador de Argentina en los Estados Unidos.
Tras concretarse la ceremonia, Werthein quedó formalmente en funciones para continuar con una agenda que ya había tenido las primeras novedades: en una de sus primeras medidas el flamante canciller pidió las renuncias de secretarios y subsecretarios de la cartera y anticipó que cerrará embajadas.