Es porque el Juez de Jáchal, Pablo Oritja, levantó la medida cautelar que lo impedía.
La empresa minera Barrick Gold había solicitado al Juez que dejara sin efecto la medida, previa realización de mantenimiento aconsejado por un perito. La empresa aducía que la paralización de la operación de la pileta de lixiviación con cianuro, dispuesta por el magistrado, le significaba perdidas millonarias por día. Al parecer, las modificaciones aconsejadas se hicieron y el Juez tomó la medida con «ciertos condicionamientos» que hasta el momento no trascendieron.