En su discurso de esta tarde en el Capitolio, el Papa Francisco logró conmover hasta las lágrimas a varias personas, entre ellas al republicano John Boehner presidente de la Cámara de Representantes y a Marcos Rubio, el senador por Florida que aspira a la presidencia.
El senador, hijo de refugiados cubanos se vio con el rostro lleno de lágrimas y sumamente afligido cuando el Sumo Pontífice llamó a no temer a los extranjeros ya que en ese país todos lo fueron en algún momento. Rubio, sin embargo está en contra de la reforma migratoria, por lo que ha sido muy criticado por la población hispana.
Con un discurso sumamente amplio, en el que habló de justicia social, de tráfico de armas, de pena de muerte, de inmigración y de la necesidad de una economía al servicio del hombre, el Papa logró generar respeto captar la atención no sólo de los legisladores que lo escucharon, sino también de los integrantes de la Corte Suprema, funcionarios, gobernadores y miembros de las fuerzas armadas.
