La audiencia para debatir la Ley de Blanqueo Laboral en la Cámara de Senadores fracasó luego de que se levantara el plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda ante la ausencia de los representantes de la CGT que habían sido invitados al encuentro junto con el ministro de la Producción y el Trabajo de la Nación, Dante Sica.
El encuentro fue postergado para el próximo martes a las 10:30 a la espera de recomponer los puentes con la central obrera. De hecho, ayer Sica había llegado puntual al edificio del Senado y se quedó en las oficinas que el interbloque de Cambiemos tiene en el segundo piso del Palacio del Congreso a la espera de su turno.
Cuando los legisladores oficialistas supieron por boca del presidente de la Comisión de Trabajo, el peronista y referente del gremio mercantil, Daniel Lovera, que la CGT no iba a participar de la audiencia, decidieron que Sica tampoco hable.
El fiasco desató una ola de rumores sobre su salida de la gestión que empezaron a correr a la velocidad de la luz y se instalaron en todas los organismos, los gremios y las redacciones. Incluso algunos medios llegaron a publicar la «renuncia» del ministro.
Tres fuentes consultadas por InfoGremiales negaron una potencial dimisión de Sica, incluídos voceros de Casa Rosada, aunque todas estaban al tanto de las diferentes versiones.
Fueron varios los que señalaron a un pase de facturas interno el origen del runrún que resonó especialmente en las distintas oficinas de Trabajo. Alguno otros posaron su mirada sobre los caciques gremiales, que estaban enfurecidos por la avivada del Ministro que les había querido cambiar el texto acordado sin que se dieran cuenta.
Julio Cobos más temprano había reconocido ante la prensa: «el ministro vino pero no se lo quiso exponer». Parece que algunos decidieron horas más tarde hacer exactamente lo contrario.