Militantes de diferentes organizaciones sociales realizan este miércoles una nueva jornada de movilizaciones y ollas populares en la Ciudad de Buenos Aires y distintos puntos del país para reclamar, entre otras cosas, la emergencia alimentaria.
La marcha es liderada por Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), entre otros movimientos.
El llamado a estas protestas se realizó en el Obelisco, donde referentes de la CTEP, Barrios de Pie, la CCC, el Frente Darío Santillán y el FOL denunciaron que la Anses dejó de pagar el salario social complementario a miles de beneficiarios de los programas sociales, situación que incrementó la pobreza en el país. Asimismo, el plan de lucha de ollas populares tendrá una segunda jornada el próximo 7 de agosto, día de la tradicional marcha de San Cayetano.
Mientras que las exigencias de los movimientos sociales están relacionadas con el mantenimiento del salario social complementario y el envío de alimentos a los comedores. Por otro lado, las organizaciones piden que el Congreso Nacional traté con la importancia que merece, los seis proyectos de ley de la economía popular, todos ellos con estado parlamentario pero frenados por la bancada oficialista. Tales proyectos impulsan la prórroga por cuatro años de la Emergencia Social, la declaración de la Emergencia Alimentaria, y las leyes de Infraestructura Social, de Agricultura Familiar, Emergencia en Adicciones y Emergencia en Violencia de Género.
Se trata de propuestas de políticas públicas para armar cooperativas de trabajo para obras de mejoramiento en barrios y asentamientos. Mientras que otras buscan garantizar un piso de alimentación a las familias de menores ingresos, sostener las casas de acompañamiento para personas con consumos problemáticos y generar medios con que hacer frente a la violencia de género. Los lugares que funcionan como escenario de la jornada de protestas están ubicados frente a edificios de la Anses, el organismo señalado por realizar las bajas de beneficiarios. A su vez, las organizaciones estiman que son un centenar de participantes.
