En su último adiós como gobierno, el presidente saliente se despidió de sus adherentes con palabras en que justificó su fracaso al acusar «palos en la rueda». Repitió una y otra vez la «oposición» que integrará, como si fuera una sola, y le habló al mandatario electo al señalarle que serán «alternativa sana de poder» y «constructiva», pero le advirtió sobre cosas que «no se negocian».
En lo que se configuró e incluso anunció oficialmente como su mensaje de despedida de sus militantes desde Casa Rosada, ante una Plaza de Mayo colmada por miles de personas hasta poco más de la mitad de su extensión, Mauricio Macri pronunció un discurso en que construyó una imagen de futura oposición unida y le dedicó un doble mensaje hasta contradictorio al mandatario electo, Alberto Fernández.
«Le quiero decir al presidente electo que él puede confiar de que después de mucho tiempo va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva», afirmó Macri acompañado por su esposa, Juliana Awada, y quien fuera su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, desde un escenario montado en el frente de la Casa de Gobierno, de cara a la histórica Plaza de Mayo. Antes, saludó desde el balcón.
En un mensaje en que le hablaba a Fernández con guiños y advertencias pero, a la vez, enviaba un mensaje interno a sus compañeros PRO María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta y a sus socios de la UCR y la Coalición Cívica, Macri continuó: «Va a encotrar también después de mucho tiempo una oposición firme y severa que va a defender la democracia, la calidad institucional y nuestras libertades, porque todos lo argentinos queremos colaborar y salir adelante».
A contramano de su supuesto discurso antigrieta, no dejó pasar la oportunidad para dispararle por elevación a Cristina Fernández de Kirchner. Lo hizo al sostener la necesidad de una «Justicia independiente, que se base en la ley, en los procedimientos, en las pruebas y no en los discursos políticos».
En esta última linea, pidió «cuidar a la argentina de que no la roben, no la maltraten», y esbozó que «eso depende de cada uno de nosotros, para custodiar los avances que hemos hecho y cuidar nuestra libertad».
«Los miro y veo de lo que estamos hecho los argentinos. De puro corazón. Son momentos de emociones distintas. Sé que las compartimos. Tristeza por no poder seguir trabajando juntos en las reformas que el país necesita, pero más todavía ver que muchos de ustedes están angustiados por lo que viene. Pero no, será un paso más de crecimiento, y estamos acá todos juntos», dijo el líder PRO al inicio de su discurso.
En otro orden, Macri justificó su fracaso político al acusar que durante su gobierno pusieron «palos en la rueda», pero sin especificar a quién hacía referencia. «¡Vamos a defender a la Argentina si alguno quiere intentar abusar!», arengó.
«Que los jóvenes no tengan vergüenza de decir lo que piensan», afirmó Macri en referencia a los seguidores de Cambiemos. El jefe de Estado saliente dio un discurso de poco más de 10 minutos ante miles de simpatizantes y militantes de la coalición Juntos por el Cambio llegaron a Plaza de Mayo para participar de la marcha convocada por el Gobierno bajo la consigna «Más juntos que nunca».
Tras concluir su discurso, Macri ensayó una especie de pogo con el público más cercano a las vallas que separaban el escenario de la gente.
