La campaña mediática de los medios hegemónicos convenció a la población de que están liberando asesinos y violadores. Una mentira eficaz para movilizar a la sociedad en contra de Alberto Fernández.
La operación llevada adelante por los medios hegemónicos hizo que una parte importante de la población creyera que asesinos y violadores iban a ser liberados. Ésto pese a que el Gobierno, en todos sus niveles, desmintió semejante fake news y negó que haya una política orientada en este sentido. Así, desde los principales canales y páginas opositoras, buscaron golpear la creciente imagen positiva de Alberto Fernández y movilizar a la población en su contra.
Ayer, el Presidente cuestionó la postura que tomaron algunos comunicadores, los que llevaron las banderas de la operación: “Lamento la conducta de quienes en circunstancias tan cruciales como los que vivimos, muestran su poco apreciable condición humana intranquilizando a la sociedad en momentos en que precisamente más necesita ser contenida”. Y aclaró que «la solución del problema (sobrepoblación de cárceles y prisiones domiciliarias) está en manos de los tribunales. Son los jueces naturales quienes, de considerarlo necesario, disponen libertades. Las cámaras de casación han hecho muy oportunas recomendaciones para hacer frente al problema».