El presidente Alberto Fernández consideró que la intervención estatal y la expropiación de la empresa Vicentin «es una medida absolutamente excepcional» y «no es la regla».
«No estamos expropiando una empresa que era una maravilla, sino de una empresa cuyos dueños decían que no podían cumplir sus obligaciones», indicó el jefe de Estado y agregó: «Los dueños de Vicentin pidieron que el Estado se haga cargo».
El presidente Alberto Fernández mantendrá hoy a las 18, día en que se tratará el proyecto de expropiación, una reunión cara a cara con Sergio Nardelli, CEO de la agroexportadora Vicentin, compañía que intervino el Gobierno y que se busca expropiar, en medio de fuertes rechazos opositores y del empresariado.
Así lo revelaron durante la tarde de ayer las fuentes oficiales consultadas por la agencia NA, aunque no brindaron mayores detalles.
La convocatoria presidencial se da en medio de un importante rechazo del arco político opositor y de gran parte del empresariado que exige al Ejecutivo que dé marcha atrás.
En este contexto, el Presidente decidió dejar de lado una visita a La Rioja y mantener este encuentro con uno de los máximos directivos de la compañía.
Nardelli es uno de los principales directivos de la compañía y nieto del fundador de la firma y fue quien mantuvo una conversación telefónica con el jefe de Estado el martes por la noche.
Fue el propio Fernández el que reveló algunos detalles de la conversación con Nardelli y la calificó como una «muy buena charla».
El Presidente, a su vez, negó haber hablado con su antecesor, Mauricio Macri, sobre Vicentin, una empresa que adeuda US$ 1.350 millones y a la que el Banco Nación le otorgó millonarios créditos que no se ajustarían a la capacidad de repago que tenía.