Brasil, el segundo país más afectado por el coronavirus Covid-19 en todo el mundo, alcanzó este miércoles un nuevo récord diario de nuevos casos, con cerca de 68 mil infectados. Mientras tanto, al presidente Jair Bolsonaro le dio positivo el tercer examen realizado desde que contrajo la enfermedad, hace más de dos semanas.
En detalle, Brasil suma 2.227.514 casos de coronavirus Covid-19 -con 67.860 detectados en las últimas 24 horas, récord diario- y 82.771 fallecidos por la pandemia (1.284 nuevas), informó este miércoles por la noche el Ministerio de Salud.
La cifra de nuevos contagios de coronavirus Covid-19 viene aumentando de forma exponencial, de 20.527 este lunes a 41.008 este martes y 67.860 este miércoles, de acuerdo con los datos oficiales.
En cambio, la cantidad de muertos fue más baja este miércoles, luego de haber registrado este martes el peor día en cuatro semanas en esa materia.
En tanto, Jair Bolsonaro dio positivo al test al que se sometió este martes y continuaba «en buena evolución», de acuerdo un comunicado de la Presidencia, aunque debe mantenerse aislado en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
El presidente Jair Bolsonaro suspendió su agenda desde que contrajo coronavirus Covid-19, que tiene foco en Brasil, el segundo país del mundo detrás de Estados Unidos en positivos y muertos.
El jefe de Estado está saliendo al atarceder a los jardines para comunicarse con una distancia de tres metros con algunos seguidores, ocasiones en los que reivindica el uso del remedio para la malaria hidroxicloroquina, no comprobado como eficiente por los médicos para el coronavirus.
El Ministerio de Salud, que se encuentra a cargo del general Eduardo Pazuello, fue objetado por el Tribunal de Cuentas de la Unión por haber subjecutado el presupuesto frente a la pandemia.
Según un informe del Tribunal de Cuentas, desde marzo se gastó el 29% de lo previsto en el presupuesto de Salud.
El Presidente sufrió este martes por la noche un revés político luego de que la Cámara de Diputados aprobó el aumento escalonado del aporte del Gobierno federal al Fondo de la Educación Básica hasta 2026, que asegura los salarios de los maestros estatales en todo el país. El Gobierno de Brasil quería eliminar el fondo, en el marco de su política de ajuste.
