Tras la experiencia de Horacio Elizondo en Alemania 2006, tuvo un desempeño correcto en el partido decisivo de Rusia 2018, en el que cobró un penal para Francia apoyado en el VAR y tuvo una jugada determinante que derivó en el primer gol galo, al cobrar una falta inexistente sobre Antoine Griezmann.
Asistido por Hernán Maidana -jugó su tercer Mundial- y Juan Pablo Belatti, Pitana mostró pocas tarjetas amarillas -sólo tres- y soportó algunas quejas sin sancionarlas disciplinariamente, sobre todo de los futbolistas croatas.
El colegiado misionero se mostró sonriente en el sorteo previo al encuentro, lanzando su ya célebre frase «muchachos, living fútbol» a los capitanes de Croacia, Luka Modric, y de Francia, Hugo Lloris.
Lo cierto es que Pitana cerró su segundo Mundial de la mejor manera, con una buena participación en su quinto partido -noveno si se le suma Brasil 2014- para batir su récord personal de encuentros mundialistas.